Solemos admirar a los rescatistas, pero en ocasiones el amargado de turno debe decir la suya
Hay cosas que son mejor nunca preguntar ni decir delante de alguien que vela por el bienestar de los animales
Normalmente, quienes rescatan animales suelen ganarse la admiración de la sociedad por el gesto altruista y el duro trabajo que hay detrás. Pero, alguna vez cae delante tuyo el típico Troll de crítica fácil, que se dedica a despotricar de la noble labor de rescatar animales abandonados.
Por eso, te rogamos que si eres una de esas personas negativas, y puede que hasta ignorantes, no se te ocurra decir o preguntar las siguientes diez cosas.
10. ¡Ay!, ¿No te da miedo rescatar a esos perros agresivos/sucios? Seguro que te van a morder o a pegar algo malo.
Si me diera tanto miedo, no los rescataría. Además, la mayoría de los perros rescatados son muy nobles y las condiciones en las que están tienen que ver más con la negligencia humana que con que sean “malos o sucios”.
9. Si sigues rescatando tantos perros, nunca te vas a casar.
Primero, ¿qué tiene que ver una cosa con la otra? Segundo, si llego a tener pareja, por supuesto que espero que entienda mi amor por los animales. Y, tercero, ¿a ti por qué te importa tanto mi estado civil? ¿Quieres proponerme algo pervertido?
8. ¿Para qué gastas tanto dinero en esos perros? Seguro que no te sobra para irlo malgastando en cosas como estas.
No, de ninguna manera me sobra el dinero y paso muchos trabajos para poder ayudar a los perros que rescato. El punto es que yo no lo veo como un gasto, sino como una inversión en el bienestar de estos animales.
7. Te preocupas más por esos perros que por tu propia familia o tus amigos, o en las personas en general de tu alrededor. Pareces un antisocial con tanto animal.
Claro que me preocupo por los perros que rescato, pero eso no quiere decir que deje de querer a mi familia ni a mis amigos ni tampoco que odie a las personas. Eso sí, te puedo asegurar que mis perros, a veces, me caen mejor que muchas personas. Por ejemplo, las que preguntan estas cosas.
6. No te preocupes por ese perro que no pudiste rescatar, seguro va a estar bien. Alguien lo encontrará y se lo llevará a u casa para cuidarlo.
Pocas cosas hay más frustrantes que no lograr un rescate. Saber que estuviste a punto de salvar a un perro y, por alguna circunstancia, no lo lograste, es muy triste y angustiante. Cómo no me voy a preocupar. Claro que sí lo hago, porque las posibilidades de que ese perro esté bien no son muchas y eso me hace sentir mal. Por favor, no me lo digas.
5. ¿Para qué esterilizas a los perros que rescatas? ¿No que los quieres ayudar? Los pobres no va a conocer lo que es el amor, deja los hacer lo por lo menos una vez.
¡Agh! ¡No, por favor no! Justamente porque quiero a los perros y me preocupo por ellos, los esterilizo. La esterilización es una de las pocas formas en que podemos ayudar a controlar la sobrepoblación canina, además de que tiene muchas ventajas en términos de salud para los perros. Y terminante no, un perro no necesita reproducirse para sentirse amado.
4. Con tantos problemas que tiene el país, no entiendo por qué te preocupas justamente en rescatar perros.
Todos sabemos que hay muchos problemas en el mundo y sería increíble si todos pudieran arreglarse. Pero cada quién elige sus causas y eso hay que respetarlo. El punto es no sólo preocuparse, sino ocuparse. Así que déjame ocuparme de los perros que es la causa que elegí para poner mi granito de arena. Además, ¿quién te dijo que yo no apoyo otro tipo de causas?
3. ¿Para qué sigues rescatando perros? Tienes que entender que no los puedes ayudar a todos.
Una verdad absoluta que, créeme, todos los rescatistas de perros conocen bien. Efectivamente, no puedes ayudar a todos los perros del mundo. Pero, definitivamente, le puedes cambiar el mundo al perro que rescataste. Así que déjame ayudar a los que me sea posible y estén a mi alcance.
2. Yo siempre he querido ayudar a los perros, pero es que es muy difícil.
Para mí tampoco es fácil, te lo juro. Pero, si se quiere, se puede. Así que si quieres ayudar a los perros, hazlo y, si no, mejor ni me lo digas. En serio. Puedes ayudarlos siendo voluntario, amadrinando/apadrinando a un animal de un refugio, donando mantas, comprando comida enlatada o pienso, comprando collares y correas, haciéndote socio de una protectora de animales, y si no tienes dinero ni tiempo puedes compartir en tus redes sociales todas las fotos posibles de los perros y gatos abandonados de las perreras y refugios de animales.
1. En lugar de rescatar perros deberías ayudar a los niños que lo necesitan.
En verdad, uno de los peores comentarios que te pueden hacer. Primero, porque, como ya lo mencionamos anteriormente, cada quién es libre de elegir la causa que desee para ayudar a tener un mundo mejor. Segundo, porque, aunque no lo parezca, rescatar a los perros en necesidad, estar en contra del maltrato animal, ayudar a controlar la sobrepoblación de perros callejeros o hasta recoger la caca de mi perro es también ayudar a la comunidad humana. Tercero, no olvidemos que los perros también son terapéuticos para los humanos y ayudarlos también es una forma de contribuir y retribuir por lo mucho que nos dan. Cuarto, ¿qué tiene que ver una cosa con la otra? ¿Quién dice que por ayudar a los perros no apoyo otras causas? Y quinto, si taaanto te preocupan los niños en necesidad, cuéntame ¿tú qué haces por ellos?