El Ayuntamiento de Barcelona anunció ayer que en 18 meses tendrá listo un horno crematorio exclusivo para animales y una zona del cementerio de Collserola para depositar las cenizas de mascotas y columbarios para perros, gatos y otros animales de compañía. Este proyecto, que verá la luz en 2024, tendrá una inversión de 1,1 millones de euros y permitirá enterrar a las mascotas de manera respetuosa y digna. El coste de incinerar un animal será de alrededor de 200 euros, y los columbarios para mascotas costarán alrededor de 50 euros. El concejal de transición ecológica, Eloi Badia, destaca que esta iniciativa convierte a Barcelona en la primera ciudad de España en ofrecer un servicio público para enterrar mascotas.
El Ayuntamiento de Barcelona estima que cada año se realizan 7.000 incineraciones individualizadas en hornos privados en la ciudad, y planea realizar entre el 20% y el 30% de esas incineraciones en el futuro cercano. Con el 50% de las familias de la ciudad teniendo un animal de compañía y una población canina de 180.000 perros, este servicio público tiene un gran potencial de crecimiento.
La iniciativa del Ayuntamiento de Barcelona se encuentra entre las primeras en España en proporcionar este tipo de servicio público. Otros ayuntamientos más pequeños, como Elda, Vila-real (Valencia) y Córdoba, también han propuesto medidas similares dentro de terrenos públicos.
La creación del cementerio de animales forma parte del plan estratégico 2020-2027 de los camposantos barceloneses. Cementerios de Barcelona también ha impulsado mecanismos de coordinación con los diferentes colectivos culturales y religiosos para adaptar la oferta de servicios a las nuevas tradiciones. Además, se prevé la ampliación del número de sepulturas en el recinto islámico de Collserola, el de las sepulturas en el recinto hebreo y la culminación del convenio con las comunidades ortodoxas de Barcelona.
El plan estratégico también incluye la instalación de un espacio dedicado al duelo gestacional y perinatal para acompañar a las familias que han perdido a un hijo durante la gestación o el parto. Las familias que han sufrido estas pérdidas podrán enterrar a sus hijos sin ningún coste y con nichos especialmente diseñados para el recuerdo permanente de estos nonatos. Además, el plan prevé la instalación de un quinto horno crematorio en el cementerio de Montjuïc, esta vez para personas.
Fuente: El País