La autovía a Burgos (A-1) y un tramo de menos de 15 kilómetros entre La Serna del Monte y Somosierra son los dos puntos negros donde han sido atropellados 4 de los 6 lobos contabilizados en tres años por la Comunidad de Madrid, España.
El último lobo encontrado falleció el pasado 23 de mazo por la madrugad. Los agentes de Seprona recogieron el cadáver en el punto 84,600km de la A-1 en sentido a Burgos, según fuentes de la Consejería de Medio Ambiente.
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El cuerpo fue trasladado CRAS en Madrid para determinar la causa de la muerte
Los agentes determinarán la causa de la muerte a través de la necropsia que se llevará a cabo en el Centro de Rescate de Animales Silvestres (CRAS) de la Comunidad de Madrid.
Por ahora, sólo han podido señalar, las mismas fuentes, que el ejemplar era un macho de edad avanzada que había fallecido recientemente, gracias a las primeras comprobaciones de los técnicos del CRAS.
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La representación política de Unidos Podemos presentó el pasado mes de febrero una Proposición No de ley (PNL) en el Congreso de los Diputados para señalizar mejor los ‘puntos negros’ en los que se registran atropellos de animales salvajes y acelerar las medidas para evitar estos accidentes.
Una de las medidas reclamadas por colectivos de agentes forestales, organizaciones ecologistas, partidos como Equo y expertos son pasos para la fauna, haciendo hincapié al tramo de la A-1, que corta la expansión del lobo ibérico hacia el sur, donde se han anotado los atropellamientos.
El lobo desapareció de Madrid en los años 40 del siglo XX, pero hace pocos años se ha vuelto a registrar asentamientos, tras un tiempo entrando y saliendo de la región de Castilla y León.
Todos los ejemplares que viven al sur del río Duero se consideran especialmente protegidos
Se cree que en la Comunidad de Madrid hay entre 3 o 4 grupos reproductivos de lobos, que hacen un total de 25 ejemplares, según los científicos y naturalistas.
Desde 2009 la presencia del lobo ibérico “es bastante constante” en la región madrileña, según dijo el naturalista Omar Alonso, quien asegura que ya en 2011 se detectó en territorio madrileño “siete u ocho ejemplares, incluidos cuatro cachorros”.
Todos los atropellos se han producido al norte de la región
El primer arrollamiento fue en abril de 2015, en la carretera M-622, entre Guadarrama y Los Molinos.
El segundo fue en enero de 2016, en el kilómetro 93 de la A-1, en el término de Somosierra, y ese mismo mes, el día 21, fue hallada muerta una loba en la M-608, en Manzanares el Real.
En 2017 hubo dos más y ambos en la autovía de Burgos (A-1), uno el 3 de agosto en el kilómetro 80 y el otro el 27 de octubre en el kilómetro 79.
Desde el primer atropello en la A-1 son varios los colectivos, organizaciones y partidos que reclaman la construcción de pasos para la fauna en la zona de Somosierra de la autovía de Burgos que permita al lobo, en su avance hacia el sur de la península, saltar a la provincia de Guadalajara sin morir en la red de carreteras madrileñas.
Los pasos de fauna son importantes para preservar las migraciones de los animales
Como existe ya en el territorio español, hay dos pasos de fauna en diferentes comunidades autónomas que ayudan a los animales a cruzar sin poner a riesgo su vida
El primero cruza por encima la A-66 está entre Benavente y León. La fauna que lo utiliza es muy variada, desde corzos, zorros hasta jabalíes evitan los problemas que acarrearía intentar cruzar la autovía.
El segundo es el Ecoducto de Doñana, ubicado en el Parque Nacional de Doñana, en Andalucía. La inversión en pasos de fauna ha sido mayor en los últimos años, debido a la necesidad de preservar al lince Ibérico, aunque no es el único animal que pasa por estos túneles.
Ahora faltará replantear en el Congreso otro paso de fauna para preservar el lobo ibérico.
Fuente: MadridActual